viernes, 2 de octubre de 2015

TRISTE REALIDAD...





A esta imagen la recorté de un periódico de Galicia. Al igual que otras ya publicadas las traigo para compartirlas con Uds.
Esta es una más de las tantas que se publican para despertar la CONCIENCIA de los indiferentes frente al sufrimiento de una gran parte de la población de la Tierra.
Yo le pondría: DESAMOR, porque la INDIFERENCIA es una de las caras más crueles de la falta de Amor que sufre la humanidad.
¡Cuántos miran sin querer ver esta realidad!.
Las grandes potencias que gobiernan el mundo son las culpables de que mueran millones de seres de hambre, enfermedades, frío, malos tratos.
¡Cuántos niños inocentes pagando por la ambición de unos pocos!. El mundo cae a pedazos y los que pueden evitarlo se muestran totalmente indiferentes ante esta cruel realidad que parte el corazón de las personas sensibles que se sienten impotentes ante ello.
 Crezcamos en conciencia y demos un paso hacia adelante diciendo ¡basta!.
A esto lo lograremos cuando todos desde nuestro lugar en cualquier rincón del mundo demos amor a todo nuestro entorno, no solo a los seres humanos, sino a todos los Reinos de la Naturaleza que muy necesitados están de él.
El Amor es un perfume que se expande y se va deslizando por el éter a los confines de la Tierra, ya que es la energía más poderosa que existe, porque es dada por DIOS a toda SU Creación.
Convirtámonos en Amor y cambiaremos el mundo . Así sea.

Les dejo algo  que escribí ya hace varios años; lejos estaba de pensar que vería escenas como las de la guerra de Siria,con niños huyendo de este terrible flagelo que les tocó vivir.


                    LOS NIÑOS DEL MUNDO DE HOY

¡Cuánto para decir de ellos!.
Hay un gran espectro de niños en todos los niveles sociales, en todos los rincones del mundo. ¡Los niños!; sinónimo de futuro, ¡de un mundo nuevo!.
Los niños de hoy ¿están preparados para asumir los roles que les serán asignados en el futuro y que ya se están gestando?.
¡Los niños de hoy, cuanta diferencia de unos con otros!.
Son almas que han elegido vivir en diferentes lugares según lo que necesiten aprender.
Están los considerados privilegiados, los que han sido traídos al mundo por unos padres deseosos de dar amor a un  ser fruto de una unión amorosa.
Otros que han sido adoptados por una pareja que no pudo procrear, pero que necesitan a un niño en quien volcar todo el caudal de amor que tienen en su corazón; los mejores cuidados en su formación, como un ser que va a ser parte de una sociedad futura. Niños que saben reír, amar, compartir, no importa si no viven en la abundancia material, pero sí de buenos ejemplos. Niños criados sin violencia en sus hogares, cuidados y protegidos como un tesoro que son.
Están los niños en donde reina la abundancia de dinero y comodidades, pero les falta el amor de sus padres que viven ocupados en reuniones sociales y vanidades, dejándolos en manos de niñeras o institutrices que no siempre los tratan con el cariño que se merecen;  padres que para acallar sus propias conciencias los desbordan de regalos materiales, pero lo que los niños necesitan es la compañía de ellos.
Están los niños de las madres que trabajan. Ellos también se ven frustrados por la falta de la presencia materna durante muchas horas del día.
Madres que llegan agotadas a sus hogares y tienen que atender los requerimientos de éstos hijos que muchas veces han quedado en guarderías y que quieren ser compensados por todo el tiempo que estuvieron sin ella.
Están los niños de los países pobres y de los que naciendo en países ricos viven como del tercer mundo. Son los abandonados, no solo por sus padres, sino también por la sociedad. Son los niños sin sonrisas, cuyos rostros reflejan la orfandad en que viven. Son los niños más infelices del planeta. Seres que nacieron de madres casi niñas, adolescentes, que han sido violadas u obligadas  a ejercer la prostitución para sobrevivir  y ayudar a sobrevivir a hermanitos más pequeños en esta jungla donde la bestia más feroz es el hombre, que al contrario de las bestias desata y mal usa su sexualidad en víctimas inocentes; en niñas y niños indefensos. Se ofende a las bestias cuando se compara al hombre con ellas.
El hombre que no solo viola, sino que usa a los niños como obreros mal pagos en lugares insalubres, desde las minas hasta las fábricas. El niño que es usado como objeto sexual; el niño al que raptan para extraerle órganos para trasplantes vendidos en el mercado negro. El niño sin educación, sin cama donde dormir, sin una mano que lo acaricie. El niño enfermo, hambriento y abandonado que vaga por las calles expuesto a todos los peligros de esta humanidad deshumanizada.
El niño que así va creciendo, que no ha conocido el amor, los cuidados de una familia, educación, cuyo cuerpo maltratado y mal alimentado, ¿qué podrá albergar en su corazón, en su mente?; ¿podrá amar al prójimo quien no conoció el amor?.
Un ser así ¿podrá ser ciudadano del mundo nuevo?, ¿Está en condiciones de serlo?; ¿serán almas que vinieron a conocer y a vivir todas las miserias humanas para que nunca más esto se repita?. ¿Quedará todo eso guardado en sus átomos permanentes por los milenios venideros?. ¿Eso servirá para que el hombre nunca más caiga en la degradación moral que hizo que en la antigüedad desaparecieran civilizaciones enteras, y que está viviendo nuestra actual sociedad?.
Cuando llegue el gran momento de la purificación de la Tierra, creo que esas almas serán las elegidas para poblar el Mundo Nuevo en el que brillará el Amor, cual sol radiante en todos los corazones. Así sea.  

Un abrazo a todos y cada uno.



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