domingo, 7 de febrero de 2016

DIARIO DE UN PERRO

El tema de los perros abandonados por sus amos estará siempre vigente mientras existan personas sin consciencia que no saben valorarlos, y por lo tanto tratarlos como a seres que, al igual que los humanos necesitan del amor y la protección que se merecen.
Los que amamos a los animales nos sentimos doloridos e impotentes frente a esos casos de abandono y mal trato que están sufriendo en el mundo miles de animales de todas las especies.
Pero los perros son los más cercanos a nuestra vida cotidiana, tengamos o no uno en la casa.
En nuestra niñez era el tesoro más amado, el más mimado y consentido; cuando nos fuimos haciendo mayores era nuestro compañero y guardián fiel de todas las horas del día.Cuando partían los llorábamos inconsolables. Los perros son una amorosa Creación del Padre para que acompañe al hombre en su transitar por la vida. Cuando de niños nos regalan un cachorrito, es el regalo más maravilloso, ya que de él aprendemos a dar amor, a jugar y reír con sus travesuras ; de grande son pacientes y fieles compañeros en las buenas y en las malas, jamás abandonan a su amo.Son como ángeles que nos acompañan.
Ningún otro animal puede sustituir a un perro.


Triste imagen de un perro abandonado

Mis nietos con su amado Boby que fue encontrado  y traído a la casa para criarlo lleno de amor, que a su vez lo devuelve multiplicado.



                                          MIS PERROS "LULÚ"
Así se llamaron todos los foxterrier, del primero al último que se criaron en mi casa desde mi más tierna infancia. Fueron el tesoro que compartimos con mis tres hermanos.Mimados y consentidos, hicieron las delicias de nuestra niñez.
 Ellos siempre compartieron nuestro diario vivir fuera y dentro de la casa. 
Del último que tuvimos son algunos de mis recuerdos :Cuando alguno de nosotros se enfermaba, se metía debajo de la cama y no había forma de sacarlo, era un ángel que cuidaba de nosotros día y noche, !cómo no amarlo!.
Por la noche cuando era hora de cerrar la puerta que daba al patio, alguno de nosotros se encargaba de llevarlo a dormir a una pequeña habitación que había pegada a la casa ,él tenía un viejo sillón de mimbre en desuso con una manta para taparlo en invierno. Cuando se subía y se acurrucaba mientras lo tapábamos, la mirada de agradecimiento que recibíamos era la más tierna y dulce jamás soñada. Esas miradas están guardadas en mi corazón más allá del tiempo y el espacio.

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...tengo recuerdos de mi niñez
de sus corridas…de sus ladridos …
de la alegría que había en él.
Su compañía yo la buscaba
era una fiesta estar con él.
Con sus lamidos el me besaba
y yo lo abrazaba con mucho amor.
Mi perro amado ¡cuánto me diste!
estarás siempre en mi corazón.

Ejemplos maravilloso de su fidelidad hay infinidad
El amor eterno existe, al menos para "Capitán", un perro fiel que duerme desde hace varios años sobre la tumba de su amo en un cementerio de localidad argentina de Villa Carlos Paz, informaron a Efe autoridades del cementerio.

"El perro apareció un día en el cementerio, sin que nadie lo trajera, y empezó a dar vueltas por todos lados hasta que encontró solo la tumba de su amo", explicó el director del cementerio, Héctor Baccega.

"Capitán", un perro mestizo con algo de ovejero alemán, fue el regalo sorpresa que Miguel Guzmán le hizo a su hijo Damián en 2005.

En marzo de 2006, Miguel falleció y "Capitán" desapareció de la casa familiar, aunque regresó al poco tiempo y se quedó en calle, cerca de la vivienda durante algunos días.

Después, desapareció definitivamente y los Guzmán pensaron que había muerto o había sido adoptado por otra familia hasta que un día lo encontraron en el cementerio, sobre la tumba de Miguel.

"El domingo siguiente volvimos a visitar la tumba y el perro estaba ahí. Esa vez nos siguió, en el regreso, porque habíamos ido caminando. Se quedó un rato con nosotros en casa pero después volvió al cementerio", relató Verónica, la viuda de Miguel.

"Capitán" deambula por el cementerio y a veces regresa a casa de su dueño durante unas horas, pero al atardecer busca la tumba de su amo para dormir.

"Se hizo muy querido, al principio lo llamábamos 'el rengo', porque había llegado quebrado en una pata, pero entre todos los empleados del cementerio le conseguimos un veterinario para que lo curara", detalló a Efe Baccega.

El director del cementerio aseguró que el animal se ha ganado a pulso el cariño de los trabajadores del recinto, que se ocupan de alimentarlo y de mantener al día sus vacunas.

La historia de "Capitán" recuerda a la de "Hachiko", el perro que permaneció durante años en una estación de una localidad japonesa esperando el regreso de su dueño y que inspiró una película de Hollywood

Diario de un perro


Semana 1:
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría
haber llegado a este mundo!

Mes 01:
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.
 
 Mes 02:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva 'familia humana' me cuidara tan bien como ella lo había hecho. 

Mes 04:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como 'hermanitos' Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo
jugando. 

Mes 05:
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice 'pipí' adentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba! 

Mes 12:
Hoy cumplí un año. Soy
un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:
Qué mal me sentí hoy. 'Mi hermanito' me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa. 

Mes 15:
Ya nada es igual... vivo en la azotea.  Me
siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16:
Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro 'día de campo'. No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. '¡Oigan, esperen!' Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas Mi angustia crecía al dadme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno.
Pero solo dicen 'pobre perrito', se ha de haber perdido.

Mes 18:
El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis 'hermanitos'. Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras 'a ver quien tenia mejor puntería'. Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.  

Mes 19:
Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.

Mes 20:
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por
donde pasan los coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado 'cuneta', pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a orillas del camino.

Mes 21:
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: 'No te acerques' Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. 'Pobre perrito, mira como te han dejado', decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: 'Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir.' A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería

La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema

Un abrazo a todos y cada uno.


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