sábado, 25 de octubre de 2014

CUEVAS DE ALTAMIRA_SU PROTECCIÖN

PROTEGIENDO LAS CUEVAS DE ALTAMIRA

  Es una cavidad natural en una roca en la que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos de la Prehistoria, llamado "arte rupestre", en el norte de España.

Según leí en uno de los diarios de Galicia, el Patronato de Altamira ha decidido continuar hasta febrero del 2015 con el régimen de visitas experimentales a la cueva, con el fin de ampliar los estudios iniciados  hace seis meses para determinar el impacto de la presencia humana en sus pinturas rupestres. El estudio realizado por un grupo interdiciplinar de científicos constata que el impacto de las visitas experimentales (cinco personas cada semana designadas por sorteo) ha sido ahora "practicamente imperceptible" sobre las pinturas, según ha precisado el director del grupo de investigadores. Éste ha asegurado, que según el resultado del estudio, las cuevas se encuentran en un estado"frágil pero estable"y ha defendido  la continuidad seis meses más de estudios para observar cómo varían las condiciones interiores de la cavidad durante un año completo.

Según lo señalado, será en febrero de 2015 cuando se pueda determinar, si se cierran las cuevas a las visitas, se mantiene el actual régimen o se incrementa el número de personas a las que se permite el acceso, tanto ciudadanos como investigadores.

Debemos proteger todo aquello que pertenece a la Humanidad, ya que ellos fueron civilizaciones que nos dan a conocer de alguna manera su paso por la Tierra; sus costumbres y su entorno, esto nos ayuda para saber de nosotros mismos. Es de asombro cómo supieron manifestar su arte para dejarnos su historia contada a través de estas pinturas.

Todos somos uno. 

12 Vista general del techo de polícromos.jpg

Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España es la denominación bajo la que se encuentran agrupadas 18 cuevas situadas en diferentes regiones del norte de España que son representativas del apogeo del arte rupestre paleolítico, desarrollado en Europa entre los años 35.000 y 11.000 a. C.
La principal de estas cuevas es la Cueva de Altamira, situada dentro del municipio de Santillana del Mar en Cantabria. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Pertenece a los períodos Magdaleniense y Solutrense, dentro del Paleolítico Superior. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. La Cueva de Altamira fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1985.
En el año 2008 este sitio del Patrimonio de la Humanidad fue ampliado para incluir otras 17 cuevas situadas también en el ámbito de la cornisa Cantábrica, en el Norte de España y que presentan también muestras destacadas de arte rupestre del Paleolítico. Las cuevas están distribuidas en tres comunidades autónomas diferentes Asturias, Cantabria y País Vasco.1
Estas 18 cuevas son parte de un conjunto mayor denominado habitualmente como «Arte rupestre paleolítico del norte de España» si bien son la únicas hasta ahora incluidas por la Unesco.

 Uno de los famosos bisontes pintados en la cueva.


 Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico existente en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca), aunque también es sinónimo de primitivo. De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, etc. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras representaciones del arte prehistórico como los grabados, las esculturas y los petroglifos, grabados sobre piedra mediante percusión o erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos.
Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación.
Sobre las paredes o el techo de las cuevas, los hombres prehistóricos dibujaban o pintaban los distintos animales que cazaban. También pintaban escenas de significado ritual o mágico como, por ejemplo, el rito de la fertilidad, etc. Los materiales que se usaban eran el carbón vegetal y diferentes tierras de colores aglutinados con agua o grasas de animales, aunque es casi imposible distinguir en esta clasificación entre pintura y grabado, ya que muchas veces perdura el grabado aunque estuviera pintado y en otras se han conservado juntos, como por ejemplo la gran sala de polícromos de la cueva de Altamira, grabado pintado o pintura grabada, según se prefiera.
Una de las interpretaciones que se le ha dado es que los hombres prehistóricos atribuían un significado o una función mágica a las representaciones de sus pinturas. Creían que la representación de un bisonte era una forma de propiciar su caza o que la representación de una mujer con unos senos enormes aseguraba la fertilidad. Existen otras interpretraciones que incluso llegan al arte por el arte.
Las pinturas prehistóricas más reconocidas son las de la cueva de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria), donde se hallan los famosos bisontes polícromos así como las de la cueva de Lascaux en Francia. En Europa, además, se hallan pinturas prehistóricas tanto en el área del Cantábrico y los Pirineos (actuales Francia y España), grabados paleolíticos en Portugal, así como en el área del Levante español (Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía).

Deseo que el tema les haya resultado de interés. Un abrazo a todos y cada uno.




















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