martes, 3 de diciembre de 2013

ESPERANDO...



Este año el día domingo 1º de diciembre, los cristianos del planeta Tierra, comenzamos a festejar el Adviento, es decir, comenzamos la Espera que nos lleva hasta la Nochebuena, el Nacimiento de Jesucristo.

ADVIENTO 

Estamos en Adviento
el aire huele a jazmín
anunciando la llegada
del Hermoso Querubín.
En las noches de diciembre
las estrellas brillan más
pues se acerca el nacimiento
de quien nos viene a salvar.
Él nos trae el Amor
la alegría del “despertar”
a los valores eternos
que nuestra Vida deben guiar
y así vivir como hermanos
unidos en Amor y Paz.

Así sea.





El Adviento (latínadventus Redemptoris, ‘venida del Redentor’)? es el primer período del año

 litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de

 preparación espiritual para la celebración del 

nacimiento de Cristo. Su duración suele ser de 22 a 28

días, dado que lo integran necesariamente los

cuatro domingos más próximos a la festividad de

 la Natividad (celebración litúrgica de la Navidad) pero,

 en el caso de la Iglesia ortodoxa, el Adviento se 

extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 

6 de enero.
Los fieles cristianos consideran al Adviento como un

 tiempo de oración y de reflexión caracterizado por

 la espera vigilante (es decir, tiempo de esperanza y de 

vigilia), de arrepentimiento, de perdón y de alegría. En la

 Iglesia ortodoxa, el Adviento incluye como nota 

particular una abstinencia estricta de ciertos alimentos,

 que torna en un ayuno estricto (conocido como

 el ayuno de la Natividad) en el caso de la Iglesia

 ortodoxa copta.
Con particularidades litúrgicas propias, prácticamente 

todas las Iglesias cristianas históricas celebran este 

tiempo: la Iglesia católica, la Comunión Anglicana,

 la Iglesia católica apostólica ortodoxa, las Iglesias 

protestantes(luteranapresbiteranametodistamoravian

a, etc.), la Iglesia ortodoxa copta, entre otras.

Durante el Adviento, se coloca en las iglesias y también

 en algunos hogares una corona de ramas de pino,

 llamada corona de Adviento, con cuatro velas, una

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se

 reúne en torno a la corona de Adviento. Luego, se lee la

 Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar

 al templo para ser bendecida por el sacerdote.


El anillo o corona de ramas de árbol perenne decorado 

con velas era un símbolo en el norte de Europa mucho 

antes de la llegada del cristianismo, que al igual que con

otras tradiciones acabó siendo integrado en 

su simbología. El círculo es un símbolo universal

relacionado con el ciclo ininterrumpido de las 

estaciones, mientras que las hojas perennes y las velas 

encendidas significan la persistencia de la vida en mitad

del duro y oscuro invierno. Algunas fuentes sugieren 

que la corona, reinterpretada como un símbolo cristiano

era de uso común en la Edad Media, mientras que otras

 consideran que no se estableció como tradición

cristiana hasta el siglo XVI en Alemania. El uso como 

calendario previo al día de Navidad se atribuye 

ampliamente a Johann Hinrich Wichern (1808-1881),

 un pastor protestante alemán, pionero en el 

trabajo misionario entre los pobres de las ciudades. Era 

1839, y los niños de una escuela que Wichern había

fundado preguntaban a diario si el día de Navidad había

 llegado. El pastor construyó un anillo de madera,

hecho con una vieja rueda de carreta, con diecinueve 

velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos.

 Encendieron una vela pequeña cada día de la semana 

durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro 

velas grandes.







Un abrazo a todos y cada uno.





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