viernes, 24 de mayo de 2013


26 de Mayo Día del Libro en Uruguay -

Edificio que albergó nuestra Primera Biblioteca Nacional
26 de Mayo de 1816 - Aniversario de la apertura de la Biblioteca Nacional.
El 26 de Mayo se celebra en el Uruguay el “Día del libro”, por ser el aniversario de la apertura pública de la Biblioteca Nacional.
La creación de una Biblioteca Pública de carácter nacional había sido propuesta al Cabildo de Montevideo, en un proyecto presentado el 4 de agosto de 1815 por el Pbro. Dámaso Antonio Larrañaga.
Larrañaga se había desempeñado en Buenos Aires como sub-Director de la Biblioteca Pública de esa ciudad, desde que en 1813 viajara a esa ciudad como uno de los diputados orientales, hasta 1815; por lo cual pasó a ejercer el cargo de Director de la Biblioteca Nacional.
Al fallecer en 1815 el Pbro. Dr. José M. Pérez Castellano, se recibió el legado testamentario de su casa, sus libros y sus rentas, con destino a crear y mantener una biblioteca pública, y pagar el sueldo del bibliotecario. Para dar cumplimiento a esa voluntad, Larrañaga propuso al Cabildo la creación de la Biblioteca, con la finalidad de que a ella pudieran concurrir “nuestros jóvenes y todos los que deseen saber”.
Finalmente, la Biblioteca fue instalada en el Fuerte; edificio actualmente demolido donde tenía su asiento el Gobernador de Montevideo y que posteriormente se utilizara para diversos destinos, albergando al Poder Ejecutivo. Larrañaga fue designado como su primer Director. Al proceder a la apertura de la Biblioteca, el 26 de mayo de 1816, Larrañaga pronunció lo que se conoce como su Oración Inaugural, en la que expresó entre otros, conceptos que “una biblioteca es el foco en que se reconcentran las luces más brillantes, que se han esparcido por los sabios de todos los tiempos.”
Página sacada de mi amado libro VIDA
La transcribo para facilitar su lectura:
Los libros.
Se cuenta que en cierta ocasión, hallándose un negro que sabía leer, con otro que era analfabeto, éste último le preguntó: -
"¿Qué miras en ese papel?" - "¡Si supieras cuánto me entretengo!" díjole el lector. "En este papel hay personas que hablan con quien sabe oír con los ojos".
La definición no era del todo mala; el libro, en efecto nos comunica el pensamiento de una persona separada de nosotros por el tiempo o el espacio.
Los buenos libros son verdaderos amigos. El que ama un buen libro, jamás dejará de tener un compañero fiel y un sabio consejero. El que lee, estudia y piensa, puede divertirse inocentemente, sea cual sea el tiempo que hiciere y la situación en que se encontrare.
Cicerón llama a una casa sin libros, "un cuerpo sin alma".
Y es que merced a los libros, nos enteramos de las más importantes historias y de los viajes más extraordinarios; podemos tratar a los poetas y a los hombres más eminentes de todos los tiempos y de todas las épocas, aprovechando sus ideas y gozando de las sublimes creaciones de la humanidad.
Los libros, que en otros tiempos fueron tan caros y difíciles de obtener, están hoy, al alcance de todo el mundo. En ellos, el que sepa leer hallará una fuente inagotable de consuelo, descanso y bienestar.
  
 Ahora una página de nuestra gran poetisa
Juana de Ibarbourou

La transcribo para que puedan leerla.

Noches de lluvia.
Yo amo las noches de lluvia. Son de una intimidad intensa y dulce  como si nuestra casa se convirtiera, de pronto, en el único refugio tibio e iluminado del universo. Los objetos que nos rodean adquieren una familiaridad más afectuosa y más honda;la luz parece más límpida; el fuego, la mecedora, los ovillos de lana, el lecho, las mantas, todo es más nuestro y más grato.
La alcoba, realmente, se convierte en nido,en nido caliente y claro y sereno, en medio del viento gruñidor, de la lluvia furiosa o mansa, del frío que hace acurrucar, cabeza con cabeza, a las parejas de pájaros. Me imagino mi casa,entonces, como un pequeño y vivo diamante apretado entre el puño de un negro gigantesco. ¡Qué beatitud!. Hago por no dormirme para gozar de esas horas de gracias propicias al ensueño y al amor. Pero
a veces, también, me asalta, de pronto, la visión de pobres ranchos agujereados, de chicos friolentos, de mujeres que no tienen, como yo, una casa tibia ni una abrigada cama blanda,  y para quienes estas noches son como un suplicio. Y entonces sí,me esfuerzo por dormir. Ya que no puedo remediar yo sola su infinita miseria, les doy el sacrificio de la conciencia de mi bienestar.
Me duermo, me duermo avergonzada de paladear un gozo que atormenta a millones de seres humanos.
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Niños lean mucho; amen los buenos libros, nunca se arrepentirán de haber leído tantas maravillas que están
 al alcance de quien quiera hacerlo. 
Un abrazo a todos y cada uno. 

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