sábado, 31 de mayo de 2014

¡INCREÍBLE!


Cuando abrí este correo no podía creer lo que veía, ¡hasta donde llega el ingenio del hombre cuando está atento a lo que le muestra la Madre Naturaleza!. Ella es nuestra maestra que en forma permanente nos está dando lecciones increíbles. 
El hombre imita lo que ve, quiere ser como Dios, un co-creador y para ello se tiene que valer de su ingenio, usar las herramientas que la Naturaleza le ofrece y así lograr su objetivo.
Yo muchas veces vi en mi jardín hojas que parecían filigranas al ser comidas por algún bichito de los tantos que habitan nuestros jardines y admiraba la perfección de las nervaduras, el esqueleto de las hojas.
Pero hubo alguien que se sintió tan fascinado por la hoja que encontró comida, por lo que decidió tratar de imitarla, y tras mucho esfuerzo y dedicación ¡lo logró!. y ahora podemos admirar sus maravillosas obras.
Se llama: HUANG TAISHENG.


Nació en  1950 en Taizhou, provincia oriental de China de Jiangsu. Se destaca en el grabado de la hoja de Chinar, donde tras años de esfuerzo, es reconocido como un pionero en el arte natural del grabado a la hoja.
En 1994, sus obras fueron recogidas para ser reconocido en los Records Guinness Mundial, donde se le otorgó un certificado de la sede de Shanghai.
Para lograr sus trabajos, se inspiró en una pila de hojas comidas por polillas, cuyas venas parecía un mapa de China.
Ha grabado en hojas delgadas y frágiles, húmedas y suaves, objetivo que parecía una tarea imposible al principio, pero al que nunca desistió.




Con incansables esfuerzos y la ayuda de expertos en biología, Huang llegó a una solución biológica especial.
Cuando una hoja se sumerge en la solución por un determinado período de tiempo, se vuelve adecuada para grabar caracteres u otras decoraciones.
Además de remojo, las hojas seleccionadas tienen que pasar por varias decenas de procesos antes de transformarse en bellas obras de arte.
Dicho proceso incluye: recorte, percusión, prensado,grabado, pulido, planchado y blanqueo.
El tratamiento profesional con la solución especial, biológica y los procesos anteriores hacen de las hojas grabadas, mucho más flexibles, a prueba de humedad y polillas, pudiendo permanecer bien conservadas durante un extenso tiempo.



¡Miren la ternura de estas escenas infantiles! 














Nunca creí que el hombre podía imitar tan bien a las polillas de las hojas.
Miren y admiren tanta paciencia, que en mi opinión sólo la raza china es un ejemplo de ello.

Un abrazo a todos y cada uno.



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