viernes, 9 de mayo de 2014

CUENTITO "LA LLUVIA"



Este cuentito tiene mucha esencia, por eso lo comparto con todos Uds. tal como lo recibí.
La Madre Naturaleza nos obliga a tomar conciencia frente a hechos como estos que cada tanto nos hacen ver nuestros errores.
Acá les dejo unos versitos que escribí en el 2011 inspirada por una gran sequía que nos castigó.

LA SEQUÍA

SEQUÍA

La sequía tiene nuestros campos yertos
todo se entristece, la tierra se agrieta
se silencia el viento.
Los campos nos hablan de sueños deshechos
todo se transforma …
El rostro del hombre en su soledad
se llena de surcos como su heredad.
El Cielo nos niega su dulce libar
¡es culpa del hombre que en su terquedad
destroza la tierra sin mirar atrás!.

La sequía tiene nuestros campos yertos …
miremos adentro de nosotros mismos
si se ha secado nuestro contenido
del Agua de Vida que nos diera el Hijo
para alimentarnos regando este suelo
con buenas acciones
para engrandecernos
y  amar a la tierra como se merece

Sin verla sufriendo, como ahora acontece.



                                                              LA LLUVIA

“Había una aldea que hacía mucho tiempo estaba siendo castigada por una sequía cruel, que mataba animales y plantas, y hasta las personas mismas, desesperadas, veían la muerte de frente..





Se llamaron a científicos, y nada consiguieron. Desfilaron por esa aldea adivinos, hechiceros, magos, religiosos.., quienes derramaron sus oraciones y encantamientos sobre aquel lugar, pero nada de eso surtió efecto!

Se escuchó decir entonces de un Maestro de la Lluvia.., alguien de un país distante que nunca fallaba cuando de hacer llover se trataba.

Se comisionaron a algunos hombres para encontrarlo, quienes algún tiempo después volvieron a la aldea en compañía del tal Maestro.

Llegó callado, observando.. Ninguna palabra pronunció, aunque las personas corriesen a el contándole de su desesperanza, de sus privaciones.. Pero el nada decía, apenas observaba en silencio.

Muy extraño resultaba ser aquel hombre! Al final del día en que llegara, el Maestro de la Lluvia armó una tienda a un costado de la aldea, y en ella entró. Por cuatro días no se supo de él, ni lo que hacia allí dentro.. Ningún sonido se oía.

Entonces, al final de cuarto día, la lluvia comenzó!




El cielo se llenó de nubes oscuras y el agua comenzó a dejarse caer a cántaros del cielo.. Llovió en gran cantidad llenando todos los reservorios de agua, matando la sed de las plantas y animales que habían sobrevivido, y llenando de alegría y esperanza todas las personas que bailaban de fiesta por las calles.

La tienda se abrió. El Maestro de la Lluvia salió y comenzó a recoger sus cosas tranquilamente, como indiferente a lo que acontecía..

Las personas lo rodearon inmediatamente ávidas de curiosidad..!

- Ud. ha hecho llover!, le decían apasionadas tomando el agua en sus manos..

El apenas balanceaba la cabeza, negando ser el responsable por aquello.

- Pero fue Ud.. Bastó su presencia aquí y la lluvia comenzó!, insistían las personas.

- Uno de ellos asombrado, le preguntó calmadamente.., ¿pero señor, que fue entonces lo que Ud. hizo?

El Maestro inspiró hondo y sonrió.

- Al llegar aquí observé que había una profunda desarmonía, explicó. Había una desarmonía entre el cielo y la tierra, entre la tierra y las plantas, entre las plantas y los animales, y entre las personas y todo el resto. Entonces armé mi tienda y me dediqué a armonizarme a mi mismo.., y al final de cuatro día lo conseguí. Cuando logro armonizarme, el mundo entero se armoniza conmigo..'

¡Qué belleza!
Todos somos uno.



 


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