miércoles, 3 de abril de 2013


Hermosa carta

CARTA DE LINCOL AL PROFESOR DE SU HIJO.


Querido profesor, mi hijo tiene que aprender que no todos los hombres son justos ni todos son veraces, enséñele que por cada villano hay un héroe, y que por cada egoísta hay un generoso.

También enséñele que por cada enemigo hay un amigo y que más vale moneda ganada que moneda encontrada.

Quiero que aprenda a perder y también a gozar correctamente de las victorias.

Aléjelo de la envidia y que conozca la alegría profunda del contentamiento.

Haga que aprecie la lectura de buenos libros, sin que deje de entretenerse con los pájaros, las flores del campo y las maravillosas vistas de lagos y montañas.

Que aprenda a jugar sin violencia con sus amigos.

Explíquele que vale más una derrota honrosa que una victoria vergonzosa.

Que crea en si mismo y sus capacidades aunque quede solito, y tenga que lidiar contra todos.

Enséñele a ser bueno y gentil con los buenos y duro con los perversos.

Instrúyalo a que no haga las cosas por que simplemente otros lo hacen, que sea amante de los valores.

Que aprenda a oír a todos, pero que a la hora de la verdad, decida por si mismo.

Enséñele a sonreír y mantener el humos cuando esté triste y explíquele que a veces los hombres también lloran.

Enséñele a ignorar los gritos de las multitudes que solo reclaman derechos sin pagar el costo de sus obligaciones.

Trátelo bien pero no lo mime ni lo adule, déjelo solito.

Incúlquele valor y coraje pero también paciencia, constancia y sobriedad.

Tramítale una fe firma y sólida en el Creador. Temiendo en Dios también la tendrá en los hombres.

Entiendo que estoy pidiendo mucho pero haga todo lo que pueda.

                                                                                                        Abraham Lincol

                                                                                                            1830

Hermosa carta de un padre inteligente que pide para su hijo una educación holística: mente cuerpo y alma.
Si el conocimiento no va acompañado de la parte espiritual y física, no es una enseñanza completa.
Somos más que un cuerpo, tenemos un alma a la que hay que hacer que florezca en nuestro interior, cultivando los valores y amando a la Madre Tierra. Sólo así, somos seres completos.

Un abrazo a todos y cada uno.

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