jueves, 25 de abril de 2013


Hace tiempo que no pongo fábulas de mi amado Esopo. Ya les he contado que cuando iba a la escuela su lectura me llenaban de alegría por la esencia que ellas me dejaban.


Hago una pequeña reseña de él:
 Fabulista griego nacido en el 620 a.C y murió en el 560 a.C..
Dicen que fue un esclavo, y que viajó mucho con su amo, el filósofo Janto, quien le dio la libertad.
Sus fábulas esópicas fueron reunidas por Demetrio de Falero, hacia el año 30 a.C.
Se trata de breves narraciones protagonizadas por animales, de carácter alegórico y contenido moral, que ejercieron una gran influencia en la literatura de la Edad Media y Renacimiento.


Estas dos que los invito a leer, son de otro tenor.
El primero se está viendo con asiduidad en las noticias que nos trae la prensa  sobre personas que cometen fraudes y otros que acumulan millones de dinero mal habido. Mi pregunta es: ¿piensan que van a vivir miles de años?.
El otro es un llamado de atención, ya sea a padres o personas que están encargadas de darle a los niños los VALORES para que sea un futuro ciudadano útil a la sociedad.


El avaro y el oro


Un avaro vendió todo lo que tenía de más y compró una pieza de oro, la cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos los días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar que pasaba. Pronto descubrió lo del tesoro escondido, y cavando, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, a su siguiente visita encontró el hueco vacío y jalándose sus cabellos se lamentaba amargamente.
Entonces otro vecino, enterándose del motivo de su queja, lo consoló diciéndole:
- Da gracias de que el asunto no es tan grave. Ve y trae una piedra y colócala en el hueco. Imagínate entonces que el oro aún está allí. Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él.

Moraleja: Valora las cosas por lo que sirven , no por lo que aparentan.

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EL LADRÓN Y SU MADRE

Un joven adolescente robó un libro a uno de  sus compañeros de escuela y se lo mostró a su madre.
Ella no solamente se abstuvo de castigarlo, sino más bien lo estimuló.
A la siguiente oportunidad se robó una capa y se la llevó a su madre quien de nuevo lo alabó.
El joven creció y ya adulto fue robando cada vez cosas de más
valor hasta que un día fue capturado en el acto; con las manos atadas fue conducido al cadalso para su ejecución pública.
Su madre lo siguió entre la multitud y se golpeaba violentamente su pecho de tristeza.
Al verla el ladrón dijo:
- Deseo decirle algo a mi madre en su oído.
Ella acercó su oído a él, y éste rápidamente mordió su oreja cortándosela. Su madre le reclamó que era un hijo desnaturalizado, a lo que él replicó:
- ¡Ah!.Si me hubieras reprendido en mi primer robo del libr aquél, nunca hubiera llegado a esto y ser condenado a una ingrata muerte.
Moraleja: Al nuevo árbol se le endereza tierno para que crezca derecho.
Estamos viviendo un auge de la delincuencia infantil.
Las causas serán varias, pero sabemos que lo bueno que se aprende en el hogar es el cimiento para la formación de los niños. No siempre los padres les dan buenos ejemplos.
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La gallina de los huevos de oro




Un granjero y su esposa tenían una gallina que ponía un huevo de oro cada día.

Supusieron que la gallina debería contener un gran terrón del oro en su interior, y para tratar de conseguirlo de una sola vez, la mataron.
Haciéndolo así pues, encontraron para su sorpresa que la gallina se diferenciaba en nada de sus otras gallinas.
El par de ingenuos, esperando llegar a ser ricos de una sola vez, se privaron en adelante del ingreso del cual se habían asegurado día por día.

Nunca destruyas, por ninguna razón, lo que buenamente haz adquirido y te está proveyendo de bienestar.
Espero que les haya gustado. Un abrazo a todos y cada uno.

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