jueves, 1 de septiembre de 2011

LA MARGARITA Y LA ROSA.

La margarita y la rosa
En un precioso jardín convivían una gran cantidad de flores de variadas formas y colores.
Entre todas se destacaba un rosal al lado de un macizo de margaritas blancas.
El rosal despedía un dulce aroma que invadía el jardín.
Las margaritas no tenían rico perfume, este era más bien amargo y ella se lamentaba mientras dialogaba con una mariposa que había ido a visitarla.
- Mira la rosa - le decía la margarita - ¡qué hermosa es!; sus pétalos parecen de seda por su suavidad y finura, y su perfume invade el jardín; yo soy una flor rústica, sencilla, sin atractivos.
La mariposa le contestó: - todo lo que dices respecto a la rosa es verdad, pero no te menosprecies, tú también eres muy bella, con tu centro amarillo pareces un sol que irradias rayos de luz por tus pétalos. Además tienes otra ventaja sobre la rosa, al ser tan frágil su flor, facilmente se estropea y, además, es muy apetecida por las pícaras hormigas; en cambio tú, eres fuerte y, por lo tanto, las hormigas no te atacan, tienes mucho más vida que ella, porque además resistes los fuertes rayos del sol, la copiosa lluvia, los vientos no te deshojan; en verdad eres una preciosa flor que mucha belleza le da a este jardín. Tienes que aprender a valorarte, a reconocer tu belleza y ya no te sentirás menos que la rosa. Cada una tiene sus dones y hay que saber ser feliz con lo que Madre Natura nos da.
La margarita, luego de escuchar las sabias palabras de su amiga, la mariposa,quedó llena de alegría porque desde ese día reconoció su valor entre las flores.
Reconocer nuestro valor es ser agradecido con la Vida. Todos tenemos algo bueno, bello y verdadero para dar. Démoslo con alegría.

Un abrazo a todos y cada uno.






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