domingo, 17 de abril de 2011

LA NUBE Y LOS GIRASOLES




-----------------



----------------





Había una vez un labrador que había plantado girasoles en su campo como alimento para sus animales; crecieron muy bien y alcanzaron a florecer,pero se desató una gran sequía, y, aquella preciosa plantación de girasoles sintió la falta de agua y empezaron a marchitarse perdiéndose la belleza de aquellas flores tan amarillas siempre mirando al sol.
Ante esta situación dialogaban entre ellas tratando de darse ánimo unas a otras, pero ya casi no les quedaba fuerzas para hablar.
Un día, una nubecita se posó sobre el plantío y les dijo:
_ Queridos girasoles, no estén tristes, les prometo ir en busca de mis hermanas para entre todas traerles una buena lluvia que les devuelva la alegría.
Las flores que la escucharon, con gran esfuerzo se levantaron y con débil voz le contestaron:
_Gracias, querida nubecita, pero no vemos otras nubes por acá, el cielo está totalmente azul y el sol nos achicharra, solamente tú, vaporosa nubecita lo vas surcando.
La nubecita les contesta:- es que unos pájaros que pasaron por acá me lo contaron. Ellos se compadecieron al verlos tan tristes y decidieron pedirme si era posible que los ayudara.Por eso vine a verlos y decirles que estén tranquilos, lo voy a hacer; aunque no se ven nubes, yo sé donde están mis hermanas e iré a buscarlas.
En eso sopló una fuerte brisa que sacó a la nubecita del dialogo con los girasoles y, mientras se alejaba les decía:  - esperen confiadas -.
Ellos quedaron muy contentos ante la promesa de la nubecita; llegó la noche y se durmieron pensando en la lluvia prometida.
Cuando amaneció vieron venir a lo lejos nubes oscuras que se venían acercando guiadas por la nubecita.
¡No lo podían creer! ¡aleluya! ¡allá viene nubecita con sus hermanas para salvarnos!. las que más tristes estaban pudieron levartarse y mirar a lo lejos.
A las pocas horas el cielo ensombreció y empezaron a caer las primeras gotas que era el principio de una lluvia bienhechora para el plantío y sus alrededores.
El labrador salió y levantando los brazos al cielo dio ¡gracias! por la vida que volvía a sus campos y a todos los Reinos de la Naturaleza, ya que "todos somos uno".

El plantío se recuperó y sus hermosas flores saludaban llenas de alegría al sol,el cual tenía el color de sus pétalos. También lo hacían con las vaporosas nubes que surcaban el cielo y volvió a reinar la alegría en aquel lugar.

Colorín colorado, este cuentito se ha acabado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario