miércoles, 13 de octubre de 2010

Continúo con las fábulas de Esopo a pedido de algunos maestros.
EL LOBO Y EL CABALLO.


Pasaba un lobo por un sembrado de cebada, pero como no era comida de su gusto, la dejó y siguió su camino.Encontró al rato a un caballo y lo llevó al campo, comentándole la gran cantidad de cebada que había hallado, pero en vez de comérsela él, mejor se la había dejado porque le agradaba más oír el ruído de sus dientes al masticarla.




Pero el caballo le repuso:


-¡Amigo, si los lobos comieran cebada, no hubieras preferido complacer a tus oídos sino a tu estómago!.

Moraleja:

" A todo malvado, aunque parezca actuar como bueno, no debe de creérsele".


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