lunes, 26 de julio de 2010

LA RANITA CANTORA


La ranita cantora
Había una vez una familia de ranas: padres- hijos- abuelos ...,todos disfrutaban del hermoso lugar donde vivían.
Cantaban felices, pero había una de nombre Clarita que se destacaba;era la más graciosa entre todas sus hermanas.
Pero ocurrió que cerca vivía Paco, un sapo solitario, viejo y gruñón que mucho le molestaba la alegría y cantos de Clarita; entonces un día se presentó a quejarse ante los padres y les dijo:- señor y señora, lamento tener que venir a decirles que los cantos de vuestra hija Clarita no me dejan dormir la siesta, y, por las noches sucede lo mismo...
Los padres sorprendidos y a la vez disgustados, reprendieron a Clarita y le pidieron que no fuera tan bochinchera, ya que molestaba a su vecino, el señor Paco.
Clarita les contestó:"-si no puedo expresar mi alegría, tendré que mudarme a otro lugar donde no haya sapos gruñones"-.
Como los padres no iban a permitir que se fuera sola- ya que era una niña-
luego de consultarse entre ellos, llegaron a la conclusión, de que toda la familia debía mudarse a otro lugar.
Salió el padre de Clarita a buscarlo para mudarse. Luego de mucho andar encontró un lugar precioso en un arroyito cercano. Había camalotes, juncos y piedras que les servirían de trampolín.
Volvió y les dijo"- encontré el lugar ideal para poder vivir tranquilos-".
Para allá marchó toda la familia feliz y contenta lejos del sapo gruñón.
Gran algarabía de los más jóvenes cuando llegaron al lugar;hacían competencia de nado y, por la alegría que tenían¡más cantaba Clarita!...
Así pasaron muchos díasy ¡oh sorpresa!cuando ven llegar a Paco, el sapo gruñón cansado y hambriento se preguntaron:"¿será posible que hasta él lleguen nuestros cantos con lo lejos que estamos?. Si grande fue la sorpresa
de verlo llegar, más fue lo que él les dijo luego de saludar y tomar asiento:
"- vengo a pedir disculpas, fue un error de mi parte haberme quejado de vuestra alegría,ahora aquél lugar está lleno de silencio y tristeza y eso también me ha entristecido a mí. Si ustedes me lo permiten desearía unirme a la familia para así poder disfrutar de la alegría de ustedes y de los cantos de Clarita. Yo no supe valorar lo que tenía y por eso ahora lo pido humildemente-".
Se miraron entre ellos y, de común acuerdo decidieron aceptar a aquél abuelo gruñón, cosa que él mucho agradeció.
Y así vivieron felices entre competencias, chapoteos, cantos y risas.
Y... colorín colorado este cuentito se ha acabado.
Moraleja
Tenemos que ser tolerantes con quienes nos rodean, para tener una convivencia pacífica y armoniosa.Nadie puede aislarse de sus semejantes.


Un abrazo a todos y cada uno.


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