En 1990 visité Aranjuéz, su palacio y los famosos jardines donde se inspiró Joaquín Rodrigo para escribir esta maravilla a pesar de que no los pudo ver ya que era ciego desde los tres años, pero su alma captó toda la magia de ellos, sus árboles, sus flores, el canto de los pájaros y lo transformó en esta maravillosa música clásica que fue presentada al mundo en 1940 en la ciudad de Barcelona.
El hombre puede expresar lo más sublime que tiene en su interior a pesar de las limitaciones físicas que tenga.

Estos días he estado escuchando por millonésima vez esa obra maravillosa de Joaquin Rodrigo, EL CONCIERTO DE ARANJUEZ, donde se destaca la parte interpretativa de la guitarra

por el virtuosismo de Narciso Yepes, guitarrista clásico español quien interpretó en público por primera vez el Concierto de Aranjuéz en 1947. En 1964 empieza a utilizar su creación: la GUITARRA DE DIEZ CUERDAS, ya que según él, el instrumento adquiría mayor RESONANCIA y con ello enriquecía la interpretación.
Acá les traigo algunos datos sobre ella que espero les interese, ya que son creaciones excepcionales.

La guitarra de 10 cuerdas

Las guitarras contrabajo de 10 cuerdas, llamadas así porque las cuerdas graves y cuerdas agudas están en dos cuellos diferentes, se utilizaron a lo largo de los siglos XVIII y XIX, habiendo evolucionado del laúd tradicional que se tocaba comúnmente ya en el siglo XIV. En un concierto de 1964, el guitarrista clásico Narciso Yepes hizo debutar la guitarra de 10 cuerdas que creó en colaboración con el luthier José Ramírez. Lo que diferenció a la guitarra de Yepes, de las de 10 cuerdas anteriores fue que no era un contrabajo, sino que contenía las 10 cuerdas en un solo cuello .