Un cuentito más, que nos deja una gran reflexión para ayudarnos a transitar por los caminos de la Vida.
El vaso de agua...
"Un viejo Maestro le pidió a un joven triste que
colocase una mano llena de sal en un vaso de agua y
lo bebiese.
- Qué gusto tiene? - le preguntó el Maestro.
- Horrible - dijo el joven sin pensar dos veces.
El Maestro sonrió y le pidió al joven que agarrase con
la otra mano llena de sal y llevase al lago. Los dos
caminaron en silencio, y cuando llegaron, el maestro
pidió al joven que tirase la sal en el lago. Entonces el
joven hizo lo que el maestro le dijo
Luego el viejo le dijo:
- Bebe un poco de esta agua.
El joven así lo hizo mientras el agua le corría por el
mentón , entonces el Maestro le preguntó
- Que gusto tiene?
- Bueno! - Dijo el joven sin pestañar
- Sientes el gusto de la sal? - preguntó el maestro
- No. - le dijo el joven
El Maestro entonces se sentó al lado del joven, le
tomó sus manos y le dijo:
- El dolor en la vida de una persona no cambia. Pero el
sabor del dolor depende de dónde lo colocamos.
Cuando sientas dolor, la única cosa que debes hacer
es aumentar el sentido de todo lo que está a tu
alrededor. Y dar más valor a lo que tienes en
detrimento a lo que perdiste. En otras palabras: Es
dejar de ser vaso, para transformarte en lago.
Apreciemos las enseñanzas que nos dejan nuestros
mayores.
Un abrazo a todos y cada uno.
Apreciemos las enseñanzas que nos dejan nuestros
mayores.
Un abrazo a todos y cada uno.
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