A pesar de que casi no pasa un día en que los noticieros no nos bombardeen con hechos tristes y muy dolorosos, siempre hay luces que se encienden en la oscuridad en que vivimos para devolvernos la esperanza de un mundo mejor, de que hay seres que, como este niño japonés nos dan lecciones de amor hacia todo lo que nos rodea. Éllo hace amando a ese altoparlante, el que a través de la música que trasmite lo hace danzar alegremente y nos hace reír al verlo actuar. Nos llena el corazón de gozo si pensamos que como él, serán las generaciones futuras, que harán un mundo mejor, lleno de amor y alegría, _ "la alegría es felicidad _" dijo su mamá y él la regala a manos llena.
Seamos capaces de extraer de nuestra vida cotidiana todo lo positivo que nos deja cada día; aprendamos a sonreír más, a mirar con ojos llenos de amor, flexibilidad y tolerancia a nuestros semejantes, y la vida nos devolverá todo multiplicado. Así gozaremos hasta de los momentos amargos y cuando analicemos los hechos veremos que el sufrimiento es necesario para aprender a valorar todo lo bueno que nos da la vida y crezcamos como almas. Un abrazo a todos y cada uno.
Un abrazo a todos y cada uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario