Más allá de las creencias religiosas que cada persona pueda tener, es un hecho indiscutible que ya hace más de 2000 años ocurrió y que marcó la historia de la humanidad con: un "antes y después de Cristo".
Sin querer imponer mi creencia cristiana, les traigo para los que profesan mi misma religión estas "cositas que escribí hace algunos años con motivo de la llegada del Adviento, es decir: de la "espera" de María del nacimiento del Niño Jesús.
Estamos en Adviento
el aire huele a jazmín
anunciando la llegada
del Hermoso Querubín.
En las noches de diciembre
las estrellas brillan más
pues se acerca el nacimiento
de quien nos viene a salvar.
Él nos trae el Amor
la alegría del “despertar”
a los valores eternos
que nuestra Vida deben guiar
y así vivir como hermanos
unidos en Amor ,Alegría y Paz.
ESPERANDO
Estamos en Adviento; se respira en el aire perfumado por las
flores de tilo y los jazmines blancos la cercanía de la Navidad..Todo lo
proclama; se siente más alegría en el corazón; los jazmines blancos que
anuncian Su llegada, se abren exhalando su exquisita aroma brindándose en toda
su belleza.
Las estrellas tiemblan en el Cielo emocionadas esperando la
Gran Noche ; la Naturaleza se desborda
en verdes y colores, ¡hay fiesta en esta parte de la Tierra !; todos nos
preparamos para recibirLo con cantos en el corazón, para brindarle a ese
Niño-Dios, todas nuestras alegrías y sinsabores … nuestros sueños … nuestra
vida a ese Niño de Luz y Amor que cada año nos trae el mismo mensaje:”Amaos los
unos a los otros”…
¡Adviento!, ¡con qué recogimiento vivo esperando la llegada
del Niño-Dios en la
Nochebuena de mi corazón!!, en ese Cristo interno que me da
la fuerza que necesito
para seguir andando en busca de Su Luz.
¡Adviento!, ¡cuántos deseos despiertas en mí, de ser cada
día mejor y poner a los pies del Niño un cofre lleno de buenas acciones …
pensamientos y palabras; ser cual Rey Mago guiada por la estrella que me lleve
hasta el humilde pesebre en la caverna de mi corazón para adorar al Rey de
Reyes …
Con cada Adviento tenemos la oportunidad de prepararnos
interiormente para recibirLo purificados y con los brazos en alto dar ¡GRACIAS!
a Dios, su Padre, por este regalo que revivimos cada año. Amén.
ADVIENTO
María comienza su “dulce espera”. Ella, la obediente sierva
de Dios, sueña con acunar entre sus brazos al Niño anunciado por el Arcángel
Gabriel, al cual llamará Jesús.
¡Cuántas cosas sueña María para su Niño!.
¡Cuántos cantos de amor brotan de su corazón para acunarlo!.
¡Cómo sonríe pensando en Él!; ¡Cómo se embellece su dulce
rostro mientras dialogan sus almas y sus corazones laten al unísono!.
¡Qué lentos se deslizan los días y qué sacrificado el viaje
a lomo de burro hasta Belén!;
Pero los ángeles que la custodian se lo hacen más liviano, y
nada puede borrar del rostro de María la alegría de “la dulce espera”. Todo es
ofrecido al Padre en agradecimiento por haber sido elegida para ser Madre de su
Hijo, cuyo nacimiento hace aparecer una esplendorosa estrella en el Cielo como
testimonio de ese gran acontecimiento que marcará en la historia de la Humanidad : el antes y el
después de Cristo. Ese Jesucristo que nos viene a enseñar con su ejemplo de
Vida, el verdadero Amor, para que fundamentemos la nuestra en sus principios; para
que seamos verdaderos hijos de Dios, y así poder vivir en paz.
María representa a todas las madres del mundo y Ella a su
vez es la Madre Universal.
Dulce María, casi una niña … ¡Qué feliz que fuiste, al
recibir al Niño en tus brazos!.
Mientras los ángeles cantaban ¡Aleluya!, los Cielos se
regocijaban, y las estrellas aumentaban su titilar y brillo, el tiempo se
detuvo y el Mundo dejó de girar.
Tal vez ha sido la única noche en que reinó la verdadera Paz
en el Mundo.
En cada Adviento confiamos en un cambio de conciencia del hombre, para lograr un mundo más solidario, olvidándose de sus apetencias personales y tratando de ser "más hermano" con su prójimo.
Hoy además traigo a colación unas palabras de mi amigo el escritor y periodista español Victor Corcoba Herrero que han tocado profundamente mi corazón:
"Hay que hacer que los pobres puedan vivir sin limosna. Que el mundo sea una familia, un paraíso anticipado.
Se trata de unir latidos más que palabras. Es cuestión de corazón. De querer, de amar."
Feliz Adviento con un beso a todos y cada uno.
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