ÁRBOL de NAVIDAD
Estamos en Diciembre y en la mayoría de los hogares- sobre todo donde hay niños- se ha tomado la costumbre de armar el ÁRBOL DE NAVIDAD, que puede ser una simple rama cortada de un pino y luego adornada con bolitas de colores brillantes, lazos y otros adornos alusivos , además de la infaltable guirnalda de luces de colores que le da el toque mágico. A los pies del árbol se ponen los paquetes con regalos para los integrantes de la familia para ser repartido luego de las 12hrs. Estos regalos se dicen que son de PAPÄ NOEL.
Acá les traigo algunos datos para conocer esta costumbre que nos han sido impuesta con el correr de los años.
Historia
Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el
nacimiento de Frey, dios del Sol y la
fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba
al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el
Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas
estaba Helheim (el reino de los
muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los
conversos[3]
tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero
cambiándole totalmente el significado.Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.
Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los San Nicolás (y Papá Noel) o los Reyes Magos, dependiendo la leyenda de la zona donde se encuentre.
La costumbre de adornar un árbol en los hogares españoles fue traída en el año 1870 por una mujer de origen ruso llamada Sofía Trubetskaya, que después de enviudar del duque de Morny, hermanastro de Napoleón III, contrajo segundas nupcias con el aristócrata español Pepe Osorio, el Gran Duque de Sesto, uno de los mayores promotores de la Restauración borbónica que permitió a Alfonso XII reinar. Por ello, parece ser que la primera vez que se colocó un árbol navideño en España fue en Madrid, durante las navidades del año 1870, en el desaparecido palacio de dichos nobles, el palacio de Alcañices, ubicado en el Paseo del Prado, esquina con la Calle de Alcalá.[5]
- Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
- Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas (en algunas regiones también llamadas bambalinas o chirimbolos), que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
- Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
- Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.
Papá Noel y la Navidad
En los países europeos este personaje recibe el nombre de
Papá Navidad, traducido a su lengua (Father Christmas, Père Noël, Babbo
Natale), excepto en España y otros países de habla hispana, en los cuales se ha
castellanizado la palabra francesa Noël como Noel.
Pero ¿cómo se relaciona con los regalos de Navidad? En la
antigüedad, en Roma,
se realizaban fiestas – a mediados de diciembre- en
honor a Saturno (Cronos para
los griegos), al final de las cuales los niños recibían obsequios de
todos los mayores.
En otra época posterior, cuando el mito de San Nicolás aún
no se había corporizado, igualmente existían otras tradiciones, como la
de los niños italianos que
recibían regalos de un "hada" llamada Befana. En Cataluña y
algunas zonas de Aragón es un tronco "mágico", llamado Tió o Tió
de Nadal o a veces Cagatió, aunque esta última es más bien
la forma de denominarlo de los que no son naturales de la región, al no conocer
bien la tradición y la cultura catalana y tener como referencia la canción con
la que se hace "defecar" (expulsar) al Tió (Caga Tió, Tió de
Nadal, no caguis arengades, que son salades, caga torrons, que son més bons!!!),esta
canción, y otras, se entonan mientras se golpea al Tió con una vara para
hacerlo "defecar", no antes de haberlo estado alimentando durante los
días previos con diferentes alimentos, como: pelas de fruta, galletas,
turrones, restos de la comida, etc. Entonces, el día 25 por la tarde, después
de la comida tradicional de navidad, es cuando se le hace "defecar"
de la forma anteriormente expuesta. Al golpearlo expulsa los regalos y dulces.
Mientras que los pueblos de algunos valles vascos y
navarros, los regalos los traía el carbonero Olentzero y
en valles de Vizcaya y
alrededores también iratxoak (duendecillos) con gorros verdes de armiño.
En ciertas zonas del centro de Galicia se
oye la leyenda del Apalpador, que llegaba el día de Navidad a palpar las
barrigas de los niños, dejando castañas a los niños más delgados (para que
engordaran) y carbón a los mejor alimentados (para que calentaran la casa). Con
el tiempo y con los prodigios conocidos de San Nicolás, éste fue remplazando a
algunos de estos personajes paganos.
La transformación: De "San Nicolás" a Santa
Claus y Papá Noel
Se cree que esto sucedió alrededor del año 1624. Cuando los
inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva
Ámsterdam, más tarde llamada Nueva York,
obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, su patrono (cuya
festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).
En 1809 el escritor Washington
Irving escribió una sátira, Historia de Nueva York, en la
que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda
pronunciación angloparlante Santa Claus. Más tarde el poeta Clement Clarke Moore, en 1823, publicó un poema
donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de
Irving. En ese poema se hace mención de una versión de Santa Claus, enano y
delgado, como un duende; pero que regala juguetes a los niños en víspera de
Navidad y que se transporta en un trineo tirado por nueve renos, incluyendo a Rudolph (Rodolfo).
Posteriormente, hacia 1863, adquirió la
actual fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto
fue gracias al dibujante alemán Thomas Nast,
quien diseñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper's Weekly. Allí
adquirió su vestimenta y se cree que su creador se basó en las vestimentas de
los obispos de viejas épocas para crear este «San Nicolás», que en ese momento
ya nada tenía que ver con San Nicolás de Mira.
Ilustración de 1881 por Thomas Nast.
A mediados del siglo XIX,
el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y
de allí a Francia,
donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de nuestro Papá Noel,
quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco con vivos
dorados. Igualmente a fines del siglo XIX, a partir de un anuncio
estadounidense de la Lomen Company, se crearía la tradición de que Papá Noel
procedería del Polo Norte; y se popularizarían completamente los renos
navideñoscomo medio de trasporte de Santa Claus.
Luego, a comienzos del siglo XX en
1902, el libro infantil The Life and Adventures of Santa Claus de L.
Frank Baum, se origina la historia de cómo Claus se ganó la inmortalidad,
al igual que su título de santo.
Igualmente, ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó
al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de
Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931. En este punto, sin
embargo hay que aclarar que es solo una leyenda
urbana la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga
su origen en los anuncios que la marca Coca-Cola empezó a hacer a partir de
1931, aunque sí es cierto que contribuyeron a la popularización de estos
colores y del mito mismo. Hay muchas ilustraciones y descripciones casi
fidedignas anteriores al anuncio como la de Thomas Nast (1869) o St. Nicholas
Magazine (1926),
entre otras; eso sin considerar además las antiguas representaciones religiosas
del obispo San Nicolás de Mira ó San Nicolás de Bari, en las que es común el
color rojo y blanco de la vestimenta religiosa, si bien es cierto que desde
mediados de 1800 hasta
principios de 1900 no
hubo una asignación concreta al color de Santa Claus, siendo el verde uno de
los más usados. Por lo tanto, se considera que la campaña masiva de Coca-Cola
fue una de las principales razones por las cuales Santa Claus terminó vestido
de color rojo y blanco, pero estos publicistas no fueron los primeros en
representarlo con estos colores.
En cuanto a la morada de Papá Noel, como la leyenda se
originó en el Hemisferio Norte, a principios del siglo XX se
esparció la idea de que viviría en el Polo Norte;
sin embargo hay que recordar que existen otros lugares cercanos postulados como
su hogar, los cuales son: Laponia
sueca, Laponia finlandesa y Groenlandia;
puesto que el Polo Norte está en medio del Océano Ártico.
Así, el mito actual cuenta que Santa Claus viviría en las
proximidades del Polo Norte junto a la Señora
Claus y una gran cantidad de Duendes navideños, que le ayudan en la
fabricación de los juguetes y otros regalos que le
piden los niños a través de cartas.
Para poder transportar los regalos, Papá Noel los guardaría
en un saco mágico y los repartiría a las 00:00h del día 25
de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por «renos
navideños», liderados por Rodolfo (Rudolph);
un reno que
ilumina el camino con su nariz roja, brillante y potente, siendo el último en
agregarse a la historia.
Santa Claus podría entrar a los hogares de los niños, al
transformarse en una especie de humo mágico; y así entrar por lachimenea u
otro orificio de las casas; si éstas no disponen de una.
Para saber qué niños merecen regalos, Santa
Claus dispondría de un telescopio capaz de ver a todos los niños del mundo;
además de la ayuda de otros seres mágicos que vigilarían el comportamiento de
los niños. Así, si un niño se ha comportado mal, se dice que quien lo vendría a
visitar sería la carbonilla, y no Santa Claus; y como castigo carbonilla
le regalaría a los niños solo carbón.
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