viernes, 14 de marzo de 2014

LECCIÓN APRENDIDA.





Hermosa lección que les hago llegar en un momento en que la humanidad está sufriendo una escalada de violencia en todos los niveles sociales y culturales jamás visto.
Todos tendríamos que ser un poco como el padre de Aru Gandhi y tomarnos nuestro tiempo para reflexionar en qué hemos fallado en nuestras relaciones familiares y sociales. 
Personalmente pienso que la humanidad está enferma por falta de AMOR, de ahí este "mundo del revés" que estamos viviendo, cada uno vive para sí sin pensar en el otro, queriendo poseer cosas materiales  sin mirar los medios que usa para obtener aquello que desea. Si usáramos el corazón en nuestro diario vivir, poniéndonos en el lugar del otro, pienso que el mundo sería otro.



El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y fundador del Instituto M. K. Gandhi para la "Vida sin violencia", en su lectura del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia de parte de sus padres.
***
"Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el Instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.
Estábamos bien en el interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.
Un día mi padre me pidió que lo llevara a la ciudad para asistir a una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad.
Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas que necesitaba del supermercado y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller.
Cuando me despedí de mi padre él me dijo:
Nos vemos aquí a la 5p.m. y volvemos a la casajuntos.
Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui al cine más cercano..
Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo.
Eran las 5:30 p.m. cuando me acordé.
Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6p.m., y me preguntó con ansiedad: ¿Porqué llegas tarde?.
Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película; entonces dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar...
Ésto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller. Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo:
- Algo no anda bien en la manera como te he criado, puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad,
Voy a reflexionar qué és lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa para pensar sobre esto.



Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentados ni alumbrados.
No lo podía dejar solo, ...así que yo manejé 5hrsy media. detrás de él ... viendo a mi padre sufrir por una mentira estúpida que yo había dicho".
Decidí de ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso... Si me hubiera castigado de la manera como nosotros castigamos a nuesros hijos, ¿ hubiese aprendido la lección...?
¡No lo creo!: Hubiese sufrido el castigo y hubiese  seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que lo tengo impreso en la  memoria como si fuese ayer.
¡Éste es el poder de la vida sin violencia!.

Un abrazo a todos y cada uno.

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