Soy una gran admiradora de Albert Einstein, no sólo como científico, sino por las enseñanzas que nos dejan sus famosas frases dichas a lo largo de su vida, por los valores que la sustentaron.
Esta que hoy les traigo es un ejemplo a tomar en cuenta para seguir transitando los caminos de la existencia; a veces llenos de espinas, otros llenos de bonanzas.
Fue extraída de "El mundo como yo lo veo", ensayo de 1930.
"Las ideas que iluminaron mi camino, y que una y otra vez me dieron fuerzas para enfrentar la vida con alegría, son la bondad, la belleza y la verdad.
Sin un sentido de bondad, sin la ocupación por el mundo objetivo, sin lo eternamente inalcanzable en el campo de la ciencia y el arte, la vida habría parecido vacía para mí. Los objetos triviales del esfuerzo humano- las posesiones, el éxito externo y los lujos- siempre me han parecido despreciables".
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