La generosidad de los Reinos...

Mientras contemplaba el revolotear de un picaflor entre las flores de mi jardín, me di cuenta de la generosidad de las mismas al estar produciendo permanentemente néctar para que se alimenten no sólo los picaflores, sino las abejas, mariposas, avispas y mangangás.

Es un dar sin pedir nada a cambio; es dar, dar,dar...Ellas sentirán alegría con dar y ellos agradecimiento al recibir.

Será un : vuelve que siempre tendrás tu alimento, porque no me cansaré de dártelo hasta que muera...

¡Qué hermoso ejemplo de amor entre los Reinos!

Si los hombres observaran la armonía que existe entre ellos y los imitaran ¡qué diferente sería el mundo!.