Mi visita a la Escuela Nº 22 de Tiempo Completo de Mendoza Grande.

El día seis de junio concurrí a visitar esta preciosa Escuela invitada por su Directora, maestra Karina Patrón y su cuerpo de Docentes.
A pesar de lo inhóspito del día,como amante que soy de los niños, me enfrenté el tremendo frío que reinaba y concurrí a visitar a esos más de cien niños que me esperaban en el muy cálido comedor de la escuela.

En verdad, que si no hubiera ido me habría perdido el regalo maravilloso de sus presencias, que esperaban para conocer a esta abuela escritora y saber un poco de ella; de como se inició en esta actividad a esta altura de su vida, con casi ochenta años-.
Desde los más pequeños - con cuatro añitos - hasta sexto año, todos estaban presentes, con una conducta impecable, dignos de todo elogio, escuchando a esta "abuela ecologista",- como me he declarado -.

A cada Escuela adonde voy, predico el amor y el respeto que tenemos que sentir por la Madre Tierra, que nos da todo sin pedirnos nada a cambio; por sus maravillosos Reinos, que nos regalan lo mejor de sí.

 Observar la solidaridad que hay entre animales de las distintas especies, que hacen que el hombre sienta verguenza de su comportamiento, no sólo con los animales, sino con sus congéneres. Respetar y cultivar los valores que nos han enseñado nuestros mayores, para poder vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.
De todo esto y algo más, les estuve hablando, y así pasó el tiempo y llegó el momento de ponerle punto final a esta, mi primera visita, ya que quedé invitada para cuando llegue la Primavera volver a reencontrarme con estos niños, que como dice el Maestro Moria: " Los niños son las flores de la Tierra.."

Un comentario aparte son los más pequeños, los de cuatro y cinco años. Ellos, con sólo verlos, hacen que mi corazón, no quepa en mi pecho, por el amor que me provocan por todo lo que  ellos representan para mí. Yo digo que sufro del "Síndrome de Stendhal",o sea, una sobredosis de amor y belleza cuando me sonríen y me dicen "abuela Hortelia" con sus dulces voces.

Así que agradezco infinitamente a la Directora, a los Docentes y a los niños, por hacer posible mi contacto personal, de la que salí enriquecida y llena del calor humano que todos ellos me regalaron. Gracias y hasta la próxima.

Ana Clara con su dulce sonrisa,es la fiel representante de sus compañeritos pre- escolares.
Gracias por existir y en ti beso a todos.