martes, 19 de abril de 2011

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Como ya les he regalado algunos lindos cuentitos, es hora de leer algunas de las fábulas que salen en el diario EL BUSCADOR , PARA EXTRAER TODAS LAS BUENAS ENSEÑANZAS QUE NOS DEJAN y de esa forma connvertirnos en personas nobles, llenas de buenas cualidades que enriquecerán con sus ejemplos a la humanidad.


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Dice una leyenda que la hormiga actual era en otros tiempos un hombre que, cansagrado a los trabajos de la agricultura, no se contentaba con el producto de su propio esfuerzo, sino que miraba con envidia el producto ajeno y robaba los frutos a sus vecino


Indignado Zeus por la avaricia de este hombre, le transformó en hormiga.


Pero aunque cambió de forma, no le cambió el carácter, pues aún hoy día recorre los campos, recoge trigo y la cebada ajenas y los guarda para su uso.






MORALEJA:aunque a los malvados se les castigue severamente, difícilmente cambian su naturaleza desviada.




EL LABRADOR Y EL ÁRBOL- --- ---

En el campo de un labriego había un árbol que no daba frutos que únicamente servía de refugio a los gorriones y a las cantoras cigarras.
El labrador, viendo que no daba frutos decidió cortarlo y descargó sobre él su hacha.
Le rogaron los gorriones y las cigarras que no lo hiciera ya que se quedaban sin lugar donde vivir y él no disfrutaría de sus cantos.
Más sin hacerles caso, le dio un segundo golpe, luego un tercero.
Partido ya el árbol, vio un panal de abejas y probó y gustó su miel, con lo que arrojando el hacha decidió honrar y cuidar desde ese momento al árbol como que fuera sagrado.


MORALEJA: Mucha gente hay que hace un bien sólo si de él recoge algún beneficio, no por amor y respeto a lo que es justo.
Haz el bien por el bien mismo, no porque de él vayas a sacar provecho.

1 comentario:

  1. Ah, mi queridísima hortelia! Ud. es ejemplo de quien hace el bien, por el bien mismo. Éste blog es símbolo de ello: nos regala tanta ternura y sabiduría a sus lectores que nos "engolosinamos" fácilmente y aprendemos y nos incita a ser mejores seres humanos. Nuevamente ¡gracias!. Un afectuoso abrazo. Siempre vuestra: Graciela

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