Las palomitas picaronas
Había una vez una mamá paloma, que se desvivía, muy atareada tratando de alimentar y educar a su numerosos hijitos.
Ellas se llamaban Pipi y Piqui, y pasaban todo el tiempo juntas. Eran muy coquetas, y siempre se estaban arreglando las plumas para lucir más bonitas.
Había una vez una mamá paloma, que se desvivía, muy atareada tratando de alimentar y educar a su numerosos hijitos.
Entre ellos, dos, eran muy pícaronas - se diría que desobedientes-, siempre encontraban una excusa para no ayudar a la mamá en las tareas del hogar, y, los demás hermanitos, con mucha razón protestaban.
Mamá paloma, cierto día les dijo:- mis niñas,vayan hasta casa de tía Bibi, y pídanle - porque necesito-una tacita de semillas de girasol, ya que donde ella vive es lo que más abunda -.
Partieron muy contentas Titi y Piqui hacia la casa de la tía Bibi, llevándole de regalo un canastito lleno de bizcochitos de miel que mamá paloma había preparado.
Por el camino se encontraron con amiguitos con quienes jugaron, ¡y se les hizo tarde!. Sintieron hambre y Titi le dice a Piqui: -Hermanita, ¿qué te parece si comemos algunos de los bizcochitos que llevamos para tía Bibi?.
-Bueno, dice Piqui, yo también tengo hambre-.
¡Estaban tan ricos, que casi se los comen todos!.
Cuando llegaron a la casa de la tía, -como palomitas muy bien educadas que eran, le dijeron: - perdona tía, comimos algunos de los bizcochitos que te envió nuestra madre, porque nos entretuvimos más de la cuenta y sentimos hambre-.
La tía, muy comprensiva les dijo:- no importa, que les aproveche-.
Luego que les dió las semillas, ellas volvieron rápido, porque la mamá estaría inquieta por la tardanza de sus hijitas.
Cuando llegaron al hogar se estaba ocultando el sol, y, la mamá las esperaba en la puerta muy preocupada; al verlas les preguntó: - ¿porqué demoraron tanto?,y ellas tristes por la preocupación que le dieron a su mamá, le respondieron: -perdona, nos hemos entretenido jugando con algunos amiguitos que encontramos en el camino; te prometemos no hacerlo más.
La mamá les respondió: -vayan a lavarse las manos; van a ayudarme a preparar la cena, mientras sus hermanos ponen la mesa, luego limpiarán lo que se ensució-.
Muy obedientes hicieron todo lo que la mamá les ordenó.
Desde ese día les gustó ayudarla en las tareas de la casa, y, nunca más se les oyó protestar a sus hermanos, por que ellas no lo hacían.
Así vivieron felices, cooperando unos con otros, como tiene que ser en una verdadera familia.
Y ... colorín colorado, este cuentito se ha acabado con un abrazo para todos y cada uno.
Felicitaciones ABUELA HORTELIA!!!
ResponderEliminarqué bueno haber encontrado este Blog.
Se lo haré leer a mis nietos .
GRACIAS POR TU DEDICACION. Araceli
¡Araceli qué sorpresa! me alegro que te guste el blog que nació el día que presenté en el Inst. de Formación Docente mi librito "Versitos para mis nietos".Mi segundo librito "Cuentitos para mis nietos" está pronto y tal vez se presente en el mismo lugar el 3 de setiembre, así que desde ya estás invitada.
ResponderEliminar¿Miraste lo del 2009?, allí hay fotos de mis visitas a algunas escuelas. Un beso grande.